viernes, 31 de mayo de 2013

LOS ORÍGENES DE NUESTRA VILLA COMENZARON...

Cuenta con una larga historia, que se remonta a los ya míticos tiempos en que fue asentamiento de pueblos íberos, de los que aun se conservan algunos vestigios en los márgenes de la rambla Algeciras. La primera vez que encontramos el nombre de la Villa es en la obra del Edrisi "Recreo de quienes desean recorrer el mundo", terminada en el año 1154, en la que llama a Librilla con el nombre árabe de Hissn (Catillo de Librilla), significado literalmente de la palabra en árabe Limbraya (barranco de los espectros o barranco de los fantasmas).
A pesar de estar en la misma via que Alhama, son muy pocas las noticias que tenemos de ella hasta el año 1243. A primeros de mayo de este año, llega Alfonso X a Murcia acompañado de don Pelay Pérez de Correa, entregandole el rey moro Ibn-Hud la ciudad y el reino. A partir de este momento, el principe heredero hace el reparto del territorio conquistado dándole a don García de Villamayor la Villa de Alhama, y seguramente, según destaca Amador de los Ríos, quedaría englobado dentro de ella el pequeño territorio de Librilla.
Aparece luego en tiempos de Alfonso XI como de don Juan Manuel, puesto que el infante había heredado de su padre, don Manuel, todos los señoríos que éste tenia en el reino de Murcia, junto con el titulo de adelantado. Pero estando el monarca en Lerma, recibe una carta del infante, en la que le decía que desnaturalizaba de sus reinos y que se apartaba de sus servicios, debido a que Alfonso XI habia rechazado a su hija Constanza, para casarse con María, hija de Alfonso IV de Portugal. A partir de este momento, la historia de Librilla pasa por diversas vicisitudes.
Ante la insurrección de don Juan Manuel, el rey escribe al consejo de Librilla con carta fechada el 9 de octubre de 1336 desde el Real de Lerma, acogiéndose a sus servicios. Más tarde, pasa la Villa al concejo murciano, pues el 29 de diciembre del mencionado año, el monarca escribe desde Valladolid, haciéndole donación de Librilla con todos sus términos y pertenencias, por todos los servicios prestados, confirmándose esta donación por otra carta fechada en Valladolid el dia 1 de marzo de 1337.
Pero no duraría mucho tiempo la Villa en poder del concejo murciano, pues el 4 de junio de 1337, escribe el rey desde Mérida, ordenando al concejo, alcaldes y alguaciles de Murcia, que habiéndose perdonado a don Juan Manuel, se le reintegren todos sus bienes y que por lo tanto se le devuelva el lugar de Librilla, que se le había arrebatado en tiempos de guerra con el rey. Siendo tambien confirmada esta donación el 20 de julio de 1337, por carta fechada en Sevilla.
A su muerte, don Juan Manuel, le deja a su hija Constanza, en su último testamento, la Villa de Librilla entre otras muchas. Pero seguramente, al casarse Constanza con el infante don Pedro de Portugal, hijo de Alfonso IV, pasarían todos sus bienes a su hermana Juana Manuel, esposa de Enrique II, el cual al ser proclamado rey el año 1369, hizo grandes donaciones dándole a Alfonso de Aragón, conde de Denia, el marquesado de Villena y el señorío de Librilla.
Como consecuencia de esta merced, en el año 1380, aparece como dueño de Librilla, don Alfonso de Aragón, a quien le fuen comprada la Villa por Alfonso Yañez Fajardo, al primero, y a su esposa Teresa Rodriguez de Avilés, lo que consta en la escritura de venta que se hizo en Gandia, el miercoles último día del mes de julio de 1382.
La casa de los Fajardos, a partir de este momento, fundaron en esta Villa su mayorazgo, siendo el primero de los que tuvo esta ilustre familia en el reino de Murcia.

No hay ningún documento que nos diga cuándo este pueblo se hizo Villa, pero la obra titulada "Fundamentun Eclessia Carthaginensis", ordenada por el obispo Diego de Comontes, que ocupó la silla Carthaginense durante los años 1447 a 1458, ya consta como tal, lo que le da una antigüedad de 542 años con el mencionado título.

Por Rossana y María.

2 comentarios:

  1. Gracias Rossana y María, por el escrito que habéis dedicado a la Historia de Librilla. Gracias a los aportes que unos y otros hacemos por este y otros temas, vamos completando nuestra formación cultural y por consiguiente la personal.
    Un consejo si osaría, cuando se escribe un texto histórico o científico, se debe o debería de anotar al final del mismo, el origen o fuente de la información, para poder darle más o menos veracidad a lo escrito.

    ResponderEliminar
  2. Al final ponéis que: “...No hay ningún documento que nos diga cuándo este pueblo se hizo Villa...”.

    Si hay un documento que lo acredita publicado por Alfonso Franco Silva en 1995. Luego ya hace 18 años que se conoce que Librilla se hizo Villa en el año 1365.

    Vemos que las fuentes de consulta que tenéis, tienen un grave problema de actualización. Os recomendamos que consultéis otras para poder contrastar las noticias.

    ResponderEliminar