miércoles, 20 de febrero de 2013

Crónica de una acampada.


              Esto es solo uno de los que nos quedan

 

  Salimos de Librilla una mañana de Julio, para dirigirnos a "Los Forestales". Ibamos de acampada con un grupo de amigos y nuestro monitor Hipólito, al que todos llamabamos Hipo.
Quedamos más o menos a las 12:00 de la mañana en el auditorio del pueblo para irnos todos juntos en autobús. Al llegar, nos encontramos con que nuestro supuesto autobús que nos iba a subir hasta el campamento era la pequeña furgoneta de Hipo. Había tan poco espacio que no cabiamos todos, y algunos se tuvieron que meter en el maletero.
El viaje fué muy divertido, pero un poco movidito para los que iban atrás en el maletero.
Nuestro monitor era como uno más de nosotros, nos sabía escuchar y también nos daba muchos consejos. Él siempre nos decía que de pequeño también pasó por los momentos que estabamos viviendo nosotros ahora, y por eso le gustaba que le contaramos las cosas porque se sentía como en su infancia. Era la persona más divertida que podías tener como monitor.

Cuando llegamos a "Los Forestales" lo primero que hicimos fué sentarnos en círculo para hablar de todo lo que íbamos a hacer ese fin de semana. Depués nos asignaron nuestros sitios para poner la tienda de campaña. En cuanto nos dieron los equipajes fuimos como locos a montar las tiendas muy entusiasmados.
En cada tienda nos pusimos por parejas, menos en una que era la más grande y se metieron tres amigos.
Cuando las tuvimos montadas (que nos costó lo suyo) nos reunimos otra vez en círculo con Hipo y cómo teníamos hambre nos preparon unos macarrones. En la comida nos dijo que nos había preparado una gymkana. A cada pareja le tocó una prueba para realizar y si la superabas conseguias puntos.
Había varias pruebas: tiro con arco, escalada, partido de baloncesto, recoger basura y regar los árboles.
Y nosotras como tenemos tanta suerte nos tocó la prueba de recoger basura.
Todos superemos las pruebas porque la verdad, eran bastante fáciles, aunque terminemos muy cansados y nos fuimos a las tiendas a descansar.
Más tarde fuimos a darnos un paseo por el monte hasta que anocheció y nos volvimos de nuevo al campamento.
Mientras que Hipo nos preparaba la cena, nosotros estuvimos preparando las esterillas y los sacos de dormir. También fuimos en busca de un baño para poder asearnos por la mañana, nos costó encontrarlo, la verdad no estaba en muy buenas condiciones: no había luz, ni agua y la cadena estaba rota. Además nos pillaba un poco retirado de donde teníamos las tiendas, pero con eso nos conformabamos porque menos es nada.
En seguida oímos que el monitor nos llamaba y acudimos todos a cenar, había preparado unos bocadillos, zumos y de postre unas barritas de muesly con chocolate. Con la barriga llena, a muchos nos entró sueño y nos fuimos cada uno a su tienda. Pero en verdad esa noche nadie podía dormir, el suelo era bastante incómodo y costaba mucho adaptarse, hacía un tiempo raro, si te tapabas con el saco te asabas de calor pero si te destapabas pasabas frío, como no había luz teníamos que estar con una linterna encendida toda la noche y los mosquitos acudían y te picaban por todo el cuerpo.
No parábamos de hablar, nos comunicabamos chillando de tienda en tienda y nadie podía dormir. En una ocasión Hipo se cansó de tanto ruido que nos sacó a todos de las tiendas y nos mando a andar por caminos para ver si de esa forma nos cansabamos y pillabamos antes el sueño. Pero nada, no había manera así que estuvimos apróximadamente 1 hora y media fuera de nuestras tiendas, andando de un lado a otro y nosotros sin tener ganas de dormir.Finalmente, acabamos todos en la tienda de Hipo contando esas típicas historias de los campamentos.
Cada vez teníamos más sueñoy decidimos irnos cada uno a su tienda, hasta que nos quedemos dormidos.
Recuerdo que a las 7 o así de la madrugada nos entraron muchas ganas de ir al aseo y crucemos todo el campamento con las linternas, muertas de frío hasta llegar al baño que habíamos encontrado. De vuelta a las tiendas oímos unos ruidos, queríamos saber lo que pasaba pero teníamos tanto miedo que no nos atreviamos a salir del aseo. Por fín nos decidimos a salir corriendo de allí y descubrimos que era Juan Fran, uno de nuestros amigos que se le había ocurrido la brillante idea de ponerse a escalar ¡a las 7 de la mañana!
Nosotras estabamos pasando más frío que en el polo norte así que nos fuimos derechas a las tiendas, pero de camino vimos que el monitor se había dejado fuera una bolsa con las barritas de muesly y chocolate que habían sobrado de la cena, y nos pudo la tentación y cogimos unas cuantas y nos las llevemos a nuestra tienda. Unos amigos que estaban aburridos en su tienda se dieron cuenta de que estabamos despiertas y vinieron con una baraja para hecharnos una partida de cartas, así que aceptemos y compartimos las barritas con ellos. Esa noche nos acostamos a las 7:00 aprox. y dormimos muy poco porque Hipo se puso a levantarnos a las 8:00.
Por la mañana llevábamos todos unas ojeras que daban miedo, desayunemos fuerte y enseguida nos pusimos a hacer otra gymkana, pero esta la superó apenas una pareja porque teníamos que hacer pruebas físicas muy duras como pasar por unos palos, o hacer flexiones, o durar tiempo colgados de unas anillas, etc.
Después de eso nos fuimos a recoger las tiendas, porque ese era el último día que estabamos allí. Cuando tuvimos todo nuestro equipaje recogido, Hipo nos llamó y nos dijo que tenía preparada la última prueba,  una carrera de orientación. Así que nos dió nuestros mapas y nos fuimos cada uno lo más rápido que pudimos a hacer la carrera porque quien terminaba antes se llevaba un premio.
La carrera fué bastante difícil, porque las piquetas estaban muy bien escondidas. Creo recordar que ganó nuestro amigo Juan, aunque nosotras no quedamos en mal puesto.El premio era...¡Más barritas de muesly con chocolate!
Nos lo pasamos muy bien, y nos dió mucha tristeza montarnos en la furgoneta para volver a nuestras casas. Estoy segura de que ese fin de semana no se nos olvidará nunca ya que fue una de las experiencias más divertidas que tuvimos.



                                                                

 


        
        
         

5 comentarios:

  1. Estupenda crónica de vuestro viaje. Mezcláis muy bien las anécdotas con la narración de los hechos. Una cosa: "fue" es un monosílabo y, siguiendo la regla general, no lleva tilde.

    ResponderEliminar
  2. Bastante interesante, seguro que os lo pasasteis muy bien.

    ResponderEliminar
  3. Ha sido divertido leerlo asi que vosotros que lo vivisteis lo tuvisteis que pasar genial.Marta y Laura.

    ResponderEliminar
  4. Muy bien. Yo aparezco en la redacción. Es justo lo que hicimos. ¡Qué viejos momentos...! Ja ja ja :)

    ResponderEliminar
  5. Está genial el resumen jaja,os lo pasaríais genial.

    ResponderEliminar